jueves, 25 de septiembre de 2008

Día 3: Llegaron los ronquidos

-Etapa: Sahagún-León
-kms:62.34
-kms acumulados:193.9
-velocidad media: 15.3 km/h
-velocidad máxima: 47.1 km/h
-tiempo pedaleando: 4h, 03´03"
-tiempo acumulado: 12h,26´

Tercer día de camino y como siempre los mas madrugadores los "giris", como dijo un peregrino gallego del albergue "los nacionales tenemos un reloj diferente..."Comienza el día y como hablamos en la cena, los dos catalanes, Job y Alex, y yo, salimos juntos, posiblemente el día que mas tarde lo hicimos,cerca de las 9:10. El cielo había amanecido cubierto y las primeras gotas adelantaban una posible tormenta que llevábamos días escuchando, así que las bolsas de plástico y los impermeables salieron de las alforjas por primera vez.

Una vez iniciada la etapa dejamos Sahagun a la espalda en pocos minutos, y como el día anterior, el camino va al lado de la carretera, apenas transitada por coches. Al poco tiempo nos cruzamos con los primeros peregrinos, que siempre son conocidos ya que suelen ser los que han dormido contigo en el mismo albergue, es decir, en nuestro caso con el alemán y el suizo, los cuales nos despiden con el grito de "matador" que interpretamos como el típico tópico de lo poco que saben decir en español....jajaja!!y deseándoles buen camino los dejamos atrás.

Una vez entrados en caminos, comienza a aparecer levemente el sol y las primeras prendas comienzan a colgar de las alforjas. La conversación no tarda en aparecer y Job nos cuenta sus "planes de futuro" mas inmediatos que eran presentarse a las pruebas de acceso a bombero. Entre risas y comentarios va pasando la mañana y decidimos para a desayunar algo en Bercianos del Real Camino, donde ponemos también el primer sello del día. Continuamos hacia El Burgo Ranero, donde tenemos que parar, ya que Job pierde un tornillo de una de las calas y debemos de encontrar uno, cosa que no fue así hasta el final de la etapa en León, así que seguimos adelante dirección Reliegos, donde paramos a tomar algo de fruta, para sin mucha demora seguir la etapa.

Los kms siguientes serian atravesar pueblos uno detrás de otro; Mansilla de las Mulas, Villamoros de Mansilla, Puente de Villarente, Archueja Puente de Castro y por fin León! La entrada a León, bien porque nos equivocamos nosotros o por que sea esa fue un tanto peligrosa, ya que la tuvimos que hacer por autovía, en bajada y plena hora punta de tráfico. Bajaba hacia León, teniendo una sensación un tanto extraña en cuanto a que no me parecía real que estuviera haciéndolo, como si fuera algo especialmente extraordinario que hubiera llegado yo con mi bicicleta hasta aquí, sin saber que realmente esto solo seria el principio del viaje.



Una vez que llegamos y dejamos la autovía, nos dirigimos hacia el centro, pasamos por la Casa Botines de Gaudí, y posteriormente lo hacemos por la Catedral, donde paramos y tras un rato de charla Job decide que el debe seguir algunos kms más y Alex aunque también estaba dudoso de hacerlo, finalmente se decide a acompañarlo, por lo que me quedo solo en León, pero con el buen sabor de boca de haberlos conocido y de haber pasado dos días muy agradables con ellos.

Una vez solo, es momento de buscar el albergue, hay dos, uno municipal y otro de monjas benedictinas.En primer lugar me decido por el municipal, pero viendo lo lejos que estaba del centro, cambio de opinión y me voy para el de monjas benedictinas, cosa de la que me arrepentiría posteriormente.

Una vez instalado, duchado y la ropa lavada, es momento de conocer la ciudad y comprar la tarjeta de memoria,cosa que fue resuelta rápidamente. La primera para fue la catedral, es preciosa, unas vidrieras impresionante y si alguno estáis pensando en hacer parada en León en vuestro camino, haced como yo, pegaros a algún grupo de los que hay por allí, que suelen ir con guias y os explicaran todo y sin pagar nada...jejeje!!También es obligatorio visitar la Casa Botines que antes nombre, el convento de san Isidoro, el parador nacional de San Marcos, antiguo hospital de peregrinos, que también fue cárcel y un sinfín de rincones y pequeñas iglesias que debéis visitar.

A la vuelta al albergue decido tomar algo ligero y una vez que llego veo en el albergue a Manuel y Álvaro( padre e hijo), parece que me siguieran. Es momento de descansar, leer lo que nos espera al día siguiente y escribir un poco del trascurso de la etapa, pero eso si peregrinos no paraban de llegar en ningún momento y poco a poco me di cuenta del error que había cometido al quedarme allí. Una habitación de 40 camas que hay que multiplicar por 2 al ser literas...imaginaros, 80 tíos(ya que estábamos divididos hombre y mujeres) con sus dos fosas nasales cada uno, con sus dos pulmones y con una salida en la parte trasera equivale a una noche de ronquidos malos gases, que me hicieron pasar la peor noche de todo el camino, ya que los tapones en esas circunstancias no sirven de nada.Había gente que al no poder dormir se iba a andar por el albergue, gente afeitándose a las 2:30 de la mañana, era un autentico suplicio, pero bueno se llevo como se pudo y dentro de lo que cabe la noche paso rápida...lo malo seria como me despertaría mañana...

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